Un préstamo familiar es una opción que algunas personas eligen para financiar un gasto imprevisto sin tener que recurrir a los bancos y sus altos intereses. Sin embargo, este tipo de préstamo tiene unas normas que hay que cumplir para evitar problemas con la ley o con Hacienda. Lo primero que hay que hacer es documentar el préstamo familiar ante Hacienda para que no se considere una donación, que sí tributa. Para ello, se debe redactar un
contrato de préstamo familiar
donde se especifiquen los datos del prestamista y del prestatario, la cantidad prestada, el plazo de devolución y el interés que se cobrará si lo hay. Además, se debe presentar el Modelo 600 de la Agencia Tributaria para demostrar que el dinero es un préstamo y no una donación.