Hay ocasiones en las que cogemos los cuadros y los movemos por la pared hasta encontrar el punto donde más nos gusta. En estos casos no hace falta medir nada. Basta con asegurarnos que ya está colocado el tornillo hembrilla. Cuando se encuentra el punto ideal, se hace una presión en la zona delantera del cuadro a la altura de dicho tornillo. Éste dejará una marca en forma de hendidura y/o una marca grisácea. Sólo nos queda hacer el agujero justo debajo de la marca. Pero si en la habitación se van a disponer de más cuadros, es mejor calcular las alturas.